La Real Federación Española de Fútbol, mantuvo la responsabilidad de designar a los árbitros de cada encuentro y las medidas disciplinarias, atribuciones vigentes también en la actualidad. Para asegurarse el Zamora, Ablanedo no terminó el encuentro y fue sustituido, entre los abucheos del público de San Mamés, en el minuto 61, con el partido con 2-0 para los bilbaínos, que con un gol más hubiesen logrado el premio para su portero.